Por: Gisela Pliego
¿La adolescencia es una etapa de la vida de nuestros hijos a la que hay que tenerle miedo?
¡Noooo! Realmente es una etapa para la cual hay que estar preparados y muy animados; ya que en ella se reafirman todos los valores que hemos querido formar en ellos.
Entonces en qué consiste la dificultad… en que hay que ser congruentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos; puesto que estarán atentos a que nuestro ejemplo hable más fuerte que nuestras palabras y estarán dispuestos a confrontar cada cosa que no les parezca coherente, además de que estarán estrenando una nueva forma de pensar en la que necesitan descubrir caminos distintos para llegar a las verdades que nosotros hemos intentado transferirles, por lo que preguntarán una y otra vez: ¿Y si no es así? ¿Y si mejor de ésta otra forma?
Lo recomendable: tener memoria de quiénes fuimos en esta etapa, evitar confrontaciones por sus cuestionamientos, respetar sus silencios sin dejar de invitarlos a formar parte de la dinámica familiar y mantener el trabajo de la voluntad cultivando hábitos con las cosas que les agradan. Evitar en todo momento descalificarlos.
¡Nada que temer! Tienes una explosión hormonal que hace posible tu desarrollo, algo así como palomitas de maíz en tu cuerpo que te provocan una flojera orgánica ¡Cierto!
Necesitas descansar más y alimentarte mejor, esa pesadez que sientes es real y no es mala, con buenos hábitos podrás enfrentarla para que puedas continuar teniendo éxito en todo lo que quieras emprender y en tus actividades habituales.
Ahora tienes un nuevo poder para pensar, te gustará probar distintas maneras de hacer las cosas y descubrir nuevas formas de vivir, lo cual está padrísimo. Si logras mantener una buena comunicación con tus papás te darás cuenta que con su apoyo podrás lograr todo lo que te propongas.
En esta etapa tus amigos y compañeros son muy importantes; ya que te pueden ayudar a conocerte mejor; pero lo más importante es que te des cuenta que tú vales muchísimo aunque en algunas ocasiones las personas que te rodean están tan ocupadas en sí mismas que no lo noten o no te lo digan.
Lo recomendable: es probable que ahora te cueste más trabajo hacer algunas cosas que antes hacías con mucho gusto ¡No cedas a la flojera, no dejes que te gane! Que tu voluntad se mantenga fuerte es la estrategia para que tengas éxito. Trata de no depender de la aprobación de los demás porque en ello no encontrarás la verdad de lo que tú eres y vales. Evita en todo momento hacer a las personas lo que no te gusta que te hagan (burlas, contar los secretos, despreciar a alguien, criticar, ignorar, etc…)
Si consigues pasar esta etapa madurando y siendo sensible a las necesidades de los demás, el mundo estará ganando a un ser humano valioso que aportará lo mejor de sí y enriquecerá a los que lo rodean.
