La mayoría de las veces vamos con gran ímpetu a cumplir el propósito que hice en la Cena de Año Nuevo. A veces delante de personas o tan solo en mi interior. En fin, el punto es que el propósito se diluye durante el próximo año. Más aún desde la primera semana.
Veamos algunos puntos que nos pueden ayudar a clarificar en dónde está el problema:
El propósito debe…
* Poder cumplirse.
* Ser medible.
* Depender de mí; no de otros.
* Ser de uno a tres; porque si no se pierde lo más importante.
* Revisarse cada cierto tiempo.
* Escribirse, cuantificarse y dar seguimiento.
Es muy importante agregar 3 puntos significativos para obtener el logro del propósito:
Los objetivos–propósitos no se dan o se obtienen por generación espontánea. Requieren esfuerzo que aporte; trabajo que apuntale; voluntad que logre.