¿Cómo ves? Todo parece indicar que éste podría ser uno de los grandes secretos de una familia feliz, por lo que vale la pena reflexionar al respecto:
La palabra clave en esta cuestión es BALANCEAR, lo que significa poner algo en equilibrio. En el tema que nos ocupa, nos orientaremos a tomar en cuenta a todos y cada uno de los miembros de la familia para ser escuchados y tomados en cuenta en las cosas que les interesan y que sean factibles de compartir en familia: viajar, ver películas, jugar juegos de mesa, escuchar música variada, pintar, cocinar, organizar fiestas y reuniones etc…
¡Atención! No sólo los intereses se pueden compartir, también los deberes se pueden volver un asunto de colaboración y disfrute, como: repasar las tablas de multiplicar, la tabla periódica o las preguntas del cuestionario camino a la escuela, tiempo de lectura, preparar todo para comer, poner los adornos de Navidad… En este caso lo que habrá que balancear será la edad con la habilidad y el gusto.
Cuando buscamos “balancear” algo es necesario quitar y poner, lo que vendría a ser lo mismo que renunciar y dar para lograr el perfecto equilibrio y resultado de pasar un tiempo juntos que permita el conocimiento entre los miembros de la familia, así como la ayuda mutua, el sentido de pertenencia, y la creación de tradiciones que se forman con rutinas y rituales tanto en la comunicación, los quehaceres, chistes locales, comidas, bromas, fechas conmemorativas etc… Promoviendo así una identidad y autoestima correctas, al ser tomado en cuenta, independientemente del lugar que ocupemos en la familia.
Si hablamos de renunciar, incluimos a la apatía, el desinterés, el tiempo con amigos o compañeros fuera de casa, la practicidad, tus propios gustos… o sea, se quema el egoísmo que es el verdadero opuesto al amor. Si hablamos de dar, incluimos la paciencia, el interés por cada uno, la creatividad, la capacidad de reconocer a los demás, de pedir ayuda, de compartir, de aportar, de ver crecer, de saber de lo que realmente eres capaz y entonces, cuando quemas el egoísmo se prende la flama del AMOR que ha de acompañar a cada miembro de la familia en tiempos difíciles, alegres, de reto, tristes, de pérdida o de logros.
Hemos de mencionar que para lograr el objetivo es indispensable una buena comunicación y organización, de tal manera que los papás han de tener un liderazgo muy positivo que dé o cree oportunidad para todos y que busque cada espacio, estimulando la buena voluntad y la conciencia de que la familia es un constante dar, recibir, renunciar y compartir (liderazgo que logre el BALANCE necesario).
¿Te gustaría pertenecer a una familia con la cual contar? ¿A la cual ayudar? ¿Una familia presente? ¿Una familia feliz?
Creo que es algo que a todos nos encantaría, pues ya sabes, habremos de invertir tiempo, esfuerzo e interés en escuchar y observar a nuestros familiares; pasar tiempo de gozo, recreación, reflexión y oración con mucha creatividad y compromiso (sea espontáneo o bien planeado); tiempo que nos permita conocernos al grado de no necesitar hablar para pedir ayuda; tiempo que nos sensibilice a la felicidad de cada uno hasta llevarnos a trabajar por ella; tiempo en el que el Bien Común crezca y nos haga millonarios ¿Saben? Sí se puede, podrán pasar los años, muchísimos de ellos, que si hemos hecho bien nuestra tarea de BALANCEAR, podremos recoger grandes frutos, ser buenas personas que aporten a su sociedad, con personalidad sana que a su vez formen nuevas familias de lujo.