Por: Gisela Pliego
Podemos entender, en primera instancia, que el liderazgo es el conjunto de habilidades que posee una persona para influir en la forma de ser o de actuar de los demás para que lo hagan con entusiasmo y de forma que los lleve al logro de objetivos comunes. Este lenguaje, algo empresarial, parece no pertenecer al ámbito familiar; pero en esta ocasión nos vamos a permitir utilizar el término de “LIDERAZGO” para la tarea que debemos de realizar los padres de familia en la misión de educar y llevar a los hijos a su realización personal, familiar y social.
En primer lugar sería muy útil plantearnos qué queremos los padres de familia para nuestros hijos:
En nuestra experiencia profesional como orientadores familiares y maestros; pero sobre todo, en
lo referente a la vida como padres, suegros y abuelitos, hemos descubierto que el afán de los padres es
que los hijos tengan todo aquello que ellos o ellas no tuvieron, de tal forma que utilizan toda su
energía en que no falte lo indispensable y proveer de cosas materiales, actividades deportivas,
sociales, culturales o recreativas a esos pequeños a los que aman tanto y que también les quitan el
sueño y la tranquilidad con más frecuencia de la que quisieran. Podríamos estar ante el primer problema
que obstaculiza el ejercicio de un liderazgo positivo, ya que tenemos una importante confusión con el
fin o el objetivo de la misión. Lo que en el fondo buscamos es que sean felices, que se realicen y para
lograrlo tenemos que entender que la felicidad que les deseamos no viene de fuera, ni está en lo que se
tiene o se hace sino en lo que se ES.
Una vez que se tiene claro el objetivo, la elección de los medios para alcanzarlo se vuelve más
eficiente. Los padres no dan la felicidad ni son su felicidad. El quehacer de los padres es ayudarlos a
desarrollarse en forma integral y armónica para que puedan construir su felicidad que es una Tarea
Interior (John Powell) y para hacerlo de forma exitosa te podemos recomendar los siguientes elementos
que no deben faltar en el liderazgo de los padres:
1. Ejemplo: Con lo que dices y haces y cómo lo dices y lo haces les estás
señalando el camino que hay que seguir.
2. Prestigio: Éste te lo da la congruencia entre lo que piensas, dices y haces,
cómo te expresas de la vida y de las personas. Importantísimo, que cumplas lo que prometes, que
perseveres y no te des por vencido.
3. Autoridad: Es la unión de las dos anteriores que te permiten influir en el
crecimiento espiritual, emocional, intelectual y físico de tus hijos y desarrollarles las herramientas
necesarias para que construyan esa felicidad que tanto anhelas para ellos. La autoridad es el
reconocimiento que ellos te dan cuando das buen ejemplo y tienes prestigio ante sus ojos. Gracias a la
autoridad ellos te creen y te permiten educarlos.
4. El bien común: Es el bien de todos y cada uno de los integrantes de la
familia y trabajar en torno a él es que cada uno de los que la conforman se comprometa a aportar sus
talentos, creatividad y también sus necesidades en cada momento y oportunidad que se presenta en la vida
cotidiana y/o en ocasiones especiales para salir adelante, lo que llena de orgullo y satisfacción a
todos los que participan.
Te felicito por estar leyendo este pequeño artículo, por tu familia y por tu deseo de hacer que cada uno de sus miembros crezca y conozca la felicidad. El camino más corto para llegar a ella está en el amor y en su realización que es el servicio.
Para los que somos creyentes, construir sobre la roca firme que es Cristo, es la garantía del éxito que buscamos.
