Por: Miguel Hernández
Al convertirnos en líderes de un grupo; para bien o para mal, de buenas o de malas, motivado o enfadado: me convierto en el responsable del grupo, del equipo, sus funciones, la organización, el seguimiento, la motivación y los resultados. Si partimos de esta definición elemental, resulta claro que soy el que motiva el buen funcionamiento del grupo de trabajo, NADIE MÁS.
La motivación es la energía que genera el funcionamiento del equipo y motivar pretende que cada integrante obtenga razones internas para incorporarse de la mejor manera a los objetivos del grupo, sin ella, sólo se pueden esperar fracasos, más desmotivación y con ello se genera un círculo vicioso, una espiral descendente en relaciones de trabajo y resultados. El fundamento para obtener lo que llamamos un buen ambiente de trabajo es el respeto a la dignidad de la persona, base del Humanismo, y con ello, para verdaderamente motivar, debemos lograr Condiciones de Trabajo y Relaciones de Trabajo DIGNAS. A continuación destacamos las que consideramos más significativas.
CONDICIONES DE TRABAJO
Remuneración y Prestaciones: Estabilidad para cada integrante que permite tener
una base de confianza y lealtad a la organización.
Seguridad: Ámbito laboral sin riesgos de trabajo y con las condiciones y
capacitación para minimizar los daños en siniestros inesperados o impredecibles.
Higiene Industrial: Condiciones de cumplimiento con la normatividad vigente en
la industria y oficinas para la obtención de un ambiente de trabajo sano y sin externalidades negativas
al ambiente.
Espacios de Trabajo y Esparcimiento: Áreas limpias, funcionales,
acondicionadas, agradables y herramientas de trabajo acorde a cada necesidad del equipo que permitan
facilitar el desarrollo adecuado de sus labores.
Seguridad Social: Cumplimiento cabal de los compromisos de la legislación
vigente en torno a los cobros de impuestos y acceso a los derechos de vivienda, salud y ahorro para el
retiro.
RELACIONES DE TRABAJO
Comunicación: Una buena Comunicación manteniendo un trato digno y respetuoso
ordena y facilita una relación profesional con y entre los integrantes del equipo.
• Formal (juntas, reuniones, asesorías, etc.) que concreten y aclaren la Visión, la Misión, los
Objetivos y Valores del equipo y de la empresa.
• Informal (apoyos, encuentros, solicitudes, etc.) que se deben delimitar a relaciones laborales
que, por ende, apoyen el enriquecimiento individual y del grupo.
• No verbal; Congruente con la comunicación oral para evitar dobles mensajes o discursos y dejar
claro el mensaje.
Reconocimiento: Los talentos de los integrantes deben reconocerse de tal manera
que se motive a ponerlos al servicio de todo el equipo. De igual manera se deben reconocer los logros
individuales y de equipo.
Desarrollo: Generar en cada integrante la confianza para crecer en su puesto e
inclusive para ascensos en la organización. Se requiere de un plan para cada uno que incluya, de ser
necesario, hasta niveles escolares y de especialización. El personal agradecido y apoyado es leal y hace
crecer al equipo.
Social: Los equipos de trabajo no dejan de ser sociales por lo que las normas
mínimas deben conservarse: el saludo, la despedida, el gracias, el por favor, el interés real por el
otro. Todo lo que incluye relaciones humanas deben mantenerse en el respeto a la dignidad de cada uno.
Otros: Es muy bueno considerar actividades de esparcimiento dentro e inclusive
fuera de horas laborables (dinámicas, torneos, festejos, etc.) La creatividad es de todos y es abierta
en aras del equipo.
Atención, la motivación no nada más son porras, abrazos y aplausos. En muchas ocasiones se requerirá, además, la corrección fraterna.
