La “POPULARIDAD” es un fenómeno de percepción, que tiene relación con la aceptación, influencia y fama entre un grupo de personas… y aparentemente ésta es una preocupación central para el ADOLESCENTE… por lo que hoy te invito a que nos regalemos un pequeño momento para reflexionar al respecto… ¿Vamos?

¿Por qué hablamos de que ésta es una preocupación central en la adolescencia? ¿Al niño no le sucede? ¿Al adulto ya no le importa? Desde luego, el anhelo de ser popular no es exclusivo de esta etapa, bien puede sentir un niño la necesidad de ser reconocido y tener la aprobación, como puede sentir el adulto ese deseo de tener la aceptación, fama e influencia entre su círculo social. Sin embargo, nos enfocamos de manera puntual en la adolescencia, pues es un período crucial en el desarrollo de la personalidad y la socialización.

Como ya sabemos y se ha abordado en artículos anteriores, la adolescencia es la transición entre la niñez y la adultez e implica importantes cambios físicos, psicológicos y emocionales; que guardan como una de sus principales características la necesidad de ser aceptado, de ser aprobado y de pertenecer. Es una etapa de gran vulnerabilidad e hipersensibilidad a la exposición social, en la que, a pesar de aparentar lo contrario, se otorga gran importancia a la opinión y percepción de los demás, especialmente de las de nuestros pares.

Así pues, la búsqueda de la popularidad es una constante en la vida del adolescente que, a través de su vestimenta, forma de hablar, gustos, capacidades y comportamiento, busca validación y sentido de pertenencia que le hagan aumentar su seguridad, autoestima y confianza. Cuando esta búsqueda se da a través de gustos y capacidades naturales como las habilidades deportivas, intelectuales o artísticas, puede resultar positivo en el crecimiento y desarrollo del adolescente; pero ¿qué pasa cuando la búsqueda se basa en cuánto tengo, en cuántos likes logro en redes sociales, y en cuánto hago y deshago para quedar bien? Es decir… ¿Qué pasa cuando basas la aceptación en cosas que no dependen de ti? ¿Qué pasa cuando basas la aprobación de los demás en cosas que no te nutren ni te hacen bien?

Se presenta entonces el enorme riesgo de que, en vez de ser cada día más auténtico, te alejes de ser quien eres; de que, en vez de descubrir tus propios gustos, cualidades y habilidades, adoptes los que son más “populares” para encajar; de que, en vez de alimentar tu autoestima y confianza en ti mismo, te pierdas en la necesidad de aprobación y desarrolles aún más inseguridad. Además ¿te has puesto a pensar que la gran mayoría de tus compañeros están igual que tú? Estás preocupado por tener la aprobación de personas que, en el fondo, también están buscando ser aceptados y validados… Así qué ¿qué sentido tiene conceder tanto poder a otros que, seguramente, no están en posibilidad de otorgar reconocimiento y son tan o más inseguros que tú?

De tal forma, la opinión que más debería importarnos es la de las personas que más nos aman y por ende, tienen verdadero interés en nuestro bien y crecimiento personal ¿No crees? Por lo que la pregunta “¿cómo ser más popular?” ni siquiera debería ser un dilema central para ti ni para nadie; pero claro, somos seres sociales y es completamente entendible que como adolescente quieras ser aceptado, tener validación, formar parte de un grupo, sentirte cómodo entre tus compañeros y amigos… es natural y es importante; pero ¡OJO! es mucho más importante ser coherente contigo mismo y tus principios, pertenecer a aquello que realmente te identifique y que te haga lucir tu mejor versión

Entonces… para no dejar la pregunta sin respuesta, pongamoslo de la siguiente forma:


¿CÓMO SER MÁS POPULAR? Siendo más tú, más auténtico, más feliz… pues no hay nada más hermoso y atractivo que alguien que se quiere a sí mismo, que es y actúa en consecuencia y que es feliz; pues esa persona brilla con luz propia y contagia. Te invito entonces a darle mayor importancia a la siguiente pregunta:


¿CÓMO SER MÁS FELIZ? Aquí está lo verdaderamente rico e interesante… a mí se me ocurren algunas ideas como: descubre lo que te gusta, practícalo, conoce tu esencia, abraza tus principios y valores, reafirma el tipo de ser humano que quieres ser y trabaja en ello cada día… Pero éstas son sólo ideas, al final el encargado de conquistar su felicidad es uno mismo y, sin duda, en este camino tú tendrás las mejores respuestas. Ya verás que la popularidad pasa a un segundo plano, y si acaso, se convierte en una simple consecuencia de lo más bello e importante, que es SER TÚ MISMO.