No importa si eres la mamá, el papá, el o la hija pequeña, adolecente o joven; si tú quieres ver a tu familia unida y que todos se conozcan entre sí ¡este artículo es para ti! Porque te puede inspirar y detonar la creatividad para lograr un ambiente que favorezca las relaciones en casa.

La naturaleza de una familia debe ser la ayuda mutua, el que cada uno de sus miembros se interese por los demás, deben ser prioridad los unos para los otros, en fin; la familia debe de ser ese oasis en el que todos se sientan a salvo, seguros y cómodos; de no ser así, hay que trabajar por ello hasta que lo logremos y para eso necesitamos: esperanza, convicción y muchísima creatividad ¿estamos animados para comenzar? Con eso basta…

Existen acciones y actitudes que tendremos que promover y otras que tendremos que evitar, entre las que hay que eliminar de la convivencia diaria están: la burla, la ridiculización de cualquier miembro (grande o pequeño); ignorar los sentimientos, logros o momentos difíciles de los demás; ser el único que hable; encerrarnos en la habitación por tiempos prolongados; creer que sólo los amigos merecen nuestra confianza, compañía o buen humor; que cada uno coma por su lado en distintos horarios y lugares; cerrarse a las opiniones de los demás; ser violentos verbal o físicamente; entre otras que rompan la armonía.

Las familias se acostumbran a vivir sin calidad, sin esperanza; se rinden y dejan que la vida los viva en lugar de que ellos la vivan.

Dentro de lo recomendable para fortalecer los lazos familiares podríamos sugerir: practicar el buen humor; festejar las ocurrencias de los demás; compartir tiempo para ver películas o series que nos aporten temas para platicar; hacer los quehaceres en equipo; compartir los alimentos preparando cosas sabrosas y poniendo una mesa bonita; mantener nuestra casa ordenada y limpia entre todos; organizar reuniones con amigos abriendo prudentemente nuestra intimidad; manejar un lenguaje lleno de expresiones propias que generen un sentido de pertenencia; ser una red de contención para cada miembro de la familia mostrando siempre interés por las amistades y actividades de cada uno; crear palabras secretas para momentos clave que sólo se conozcan en familia; inventar actividades sencillas y muy creativas que únicamente se pueden compartir en familia porque en ella reina la confianza.

Una de las situaciones que vemos con mucha frecuencia es que las familias se acostumbran a vivir sin calidad, sin esperanza; se rinden y dejan que la vida los viva en lugar de que ellos la vivan. Por favor, no seas uno o una más de los que se dejan llevar por el ambiente, decide qué tipo de familia quieres tener y lucha por construirla en cada oportunidad, en el día a día, aceptando a cada quien como es y procurando su mejora por su bien, no por el tuyo.

Lo propio de una familia es que todos cultiven el bien común que es el bien de todos y el de cada uno de sus miembros.


Ahora que si no quieres fallar y deseas asegurar el resultado de una familia unida, alegre y bien comunicada; no olvides incluir a Dios y orar en familia, este detalle da la garantía de éxito total, independientemente de la religión que profeses.