Cómo actuar en mi día a día

Juntos pero ¿cada uno en su celular?

Por: Diana Hernández

Entre las ocupaciones del día a día, compromisos, reuniones y demás encuentros; al fin un momento para los dos; por fin un tiempo para vernos a los ojos, platicar e intercambiar nuestros pensares y sentires…

¿Qué es lo primero que hacemos cuando estamos tú y yo? ¡Tomar nuestros celulares! ¿Por qué? Porque whatsapp llama, porque hay nuevas historias en Instagram, para ver los trending topics en twitter, porque Facebook tiene un recuerdo para mí, porque en Amazon puedo hallar mi próxima compra, para ver fotos, checar el clima de los próximos días, ver la hora veinte veces, y mucho más…

Sin duda, el teléfono celular ha dejado de ser un simple dispositivo para comunicarnos con el otro; para convertirse en una vía para conectarnos con el mundo entero a través de un sinfín de redes sociales y aplicaciones… ¿Cuál es el pequeño detalle? Que, si bien nos acercan a todo un universo, también parecen alejarnos de aquellos con los que estamos físicamente; específicamente y para fines de este artículo, de nuestra pareja.

Vale la pena cuestionarnos y respondernos…


¿Está mal tener un celular? ¡Para nada! Es de gran apoyo y hasta cierto punto, necesario.


¿Es incorrecto bajar y utilizar redes sociales que me conectan con otros? Claro que no, es una excelente oportunidad; siempre y cuando te relaciones sanamente con la aplicación y con quien se encuentra del otro lado de la pantalla.


¿Está mal que aproveche aplicaciones que me facilitan compras, pagos y demás? Definitivamente no, es una gran ventaja; siempre y cuando sean para satisfacer necesidades reales y no para generarte nuevas “innecesidades”


¿Está terrible que escuche o vea cosas que me entretienen en el celular? Claro que no, se vale distraerse y aprovechar lo que te ofrece la tecnología, siempre y cuando sea algo que te nutra y no que te desnutra.


Tras esta primera reflexión, podemos identificar si estamos dando un uso adecuado a nuestro teléfono y corregir el rumbo, en caso de estar cayendo en una relación nociva con éste ¿Cómo? Es todo un tema que será motivo para una próxima entrega.

Por ahora, enfoquémonos en la interferencia telefónica que se está suscitando en la pareja. Es posible hallar que, a pesar de dar un uso adecuado a mi teléfono, mi relación con éste provoca distanciamiento con mi pareja… ¿Qué es lo que está fallando entonces? Tal parece que las prioridades.

Cuando existe un reclamo en la pareja por el excesivo uso del teléfono; solemos decir y escuchar justificaciones como: “es importante”, “tú también estabas en el celular”; “es que tengo que contestar esto”, “es que estaba leyendo…” “es que estaba buscando…” “es que estaba pagando…” “es que estaba haciendo…”

Y claro, nadie niega que puede ser importante, interesante, útil, entretenido, y hasta formativo aquello que estás viendo o haciendo en tu teléfono; pero ¿qué puede ser más importante, interesante, útil, entretenido y formativo que aprovechar el tiempo con tu pareja? He aquí la clave de tener claras las prioridades; para poder decidir y actuar en función de lo que es más importante en el momento adecuado.

¿Qué se puede hacer entonces?

Platiquemos y definamos juntos espacios y horarios libres de celular. Por ejemplo:


- Comedor / hora del desayuno, comida y cena

- Cama / hora de despertar y dormir

- Rincón y hora feliz (aquel lugar y momento que disfruten juntos como la hora del café, de tomar una copa o escuchar música)


Mientras tanto, el celular puede reposar en un cajón, en una mesita o en una cajita especial.

¿Qué pasa si nos cuesta trabajo enfocarnos en el momento? ¿Qué pasa si nos genera ansiedad no tener el teléfono? ¿Qué pasa si no hallamos de qué platicar?


¿Qué crees? Seguramente sucederá todo lo anterior y será nuestra “chamba” ir llenando esos huecos de nuestras historias, pensares, intereses y sentires… porque ninguna conexión con el exterior es más importante que conectar con tu pareja cada día.

¿Listos para arrancar este reto?

Video Postal 1 Postal 2 TOP TIPS


ir a secciones BLOG