Por: Gisela Pliego
¡Hola nuevamente! Estamos muy contentos de iniciar esta nueva temporada con este tema que es de gran importancia para todos, hasta para los que no tienen niños o, incluso, hasta para los que no les gustan los niños; ya que todos alguna vez lo fuimos y de comprender nuestra niñez, podría resultar una adultez exitosa. Comencemos:
Inicio por decirte que la infancia no es una etapa de la vida y ya, sino que es una etapa dinámica y conocer las distintas características que la forman nos ayudará a comprender mejor nuestro desarrollo y a orientar de mejor manera a nuestros hijos apoyándonos en los rasgos dominantes de cada etapa, evitando usar medidas inadecuadas a la edad por la que están pasando. Además la lectura de ello nos permitirá aprovechar cada ocasión para educar y ayudar al desarrollo sano de nuestros niños.
El desarrollo se puede ver desde el punto de vista cronológico y/o psicológico; el primero va en ascenso hasta la adultez y descendente a partir de la vejez (infancia, adolescencia, juventud, adultez y vejez); el psicológico (ser sí mismo) es algo que nunca se logra conseguir por completo, aunque se puede conquistar una madurez. El desarrollo de la personalidad se da en el puente entre no ser y ser, al yo, al tú, al nosotros y al ellos.
En esta ocasión nos enfocaremos en la infancia, ya que de ahí parte el ser sí mismo, cierta conciencia
del yo inserto en el medio ambiente. Podemos distinguir tres etapas en la infancia: la crianza, la edad
del cervatillo y la madurez infantil.
EDAD DE LA CRIANZA DE 0 A 3 AÑOS
Intensa transformación en su cuerpo y su psicología. Época de grandes aprendizajes como caminar,
hablar, comer por sí mismo, se vincula al mundo a través de su afectividad por lo que la presencia de
los padres es fundamental, especialmente la de la figura materna de forma serena para que no transmita
al niño cosas negativas que impidan su desarrollo armónico.
EDAD DEL CERVATILLO 3 A 7 AÑOS
A los tres años aparece el primer despertar del yo, lo que se manifiesta en el NO, que nos puede
irritar o desconcertar bastante. A esta edad entran al kínder y se alejan del mundo seguro de su casa,
la novedad puede traer consigo una pequeña crisis(crecimiento) al descubrir el mundo externo, la
corporalidad, que es su rasgo dominante, hace que se entregue totalmente a uno o a otro ambiente;
todavía no es la edad de los amigos, sólo por pequeños momentos. Su hogar le representará el mayor
porcentaje de su afectividad. Es espontáneo, ruidoso, lúdico y muy agotador para los adultos; su
imaginación es desbordante hasta llegar a confundir lo real con la fantasía, por lo que no hay que
marearlos con muchas razones ni esperar demasiado de las normas establecidas, aunque ellas no deben de
faltar. En este momento es de vital importancia la serenidad de los adultos, trabajar principalmente la
paciencia y en los niños la obediencia que es la puerta para la educación de todos los hábitos y
virtudes que queremos infundir en ellos. Se pueden presentar pequeños robos y mentiras, por lo que se
recomienda no dramatizar y esperar a que desaparezcan con el crecimiento, claro que tendremos que
retirar la oportunidad de que lo repitan y de invitarlos de forma amigable a decir la verdad y respetar
las cosas ajenas. Lo más importante de la educación en esta etapa es evitar el nerviosismo de los
padres.
LA EDAD ESCOLAR 7 A 12 AÑOS
También se le conoce como gran infancia o madurez infantil. Es la edad de oro de los niños; ya que
son estables, tranquilos, interesados en actividades ortodoxas (estudio, amigos, deportes, juegos reales
y virtuales) la mayor preocupación que podrían dar a los padres está en la obtención de bajas
calificaciones. Algunas características son: que el niño está más centrado en la calle que en su casa,
en la escuela, se entretiene por sí mismo, se debe de evitar la sobreprotección y estimular su
socialización. Es la edad de la razón, de la actividad, del conocimiento y de la vida social.
En lo que se refiere al conocimiento, da mucho mejor resultado su aprendizaje a través de trabajos
de investigación centrados en la organización de datos más que en las conclusiones. Todavía no
consiguen tener un razonamiento lógico, aunque tienen gran memoria mecánica. Es el mejor momento para
aprender idiomas. Los trabajos manuales le ayudarán a bastarse a sí mismo, ya no es tan rica la
imaginación. Es momento de hacerse cargo de alguna pequeña responsabilidad. En esta edad no hay
cuestionamiento de la autoridad por lo que la adquisición de hábitos es muy oportuna.
Finalmente te recomendamos atender a las características de tus niños para poder acompañarlos y guiarlos mejor en su desarrollo. Estarás de acuerdo en que no podemos permitirnos fallar en esta misión.
Por otro lado puede resultar útil que hagas un análisis de tu propia infancia para que logres comprender mejor tu propio desarrollo y resolver alguna situación que haya quedado atorada.
