Cómo actuar en mi día a día

¡Se acercan las vacaciones!

Por: Diana Hernández

¿Te emociona la llegada de las vacaciones… o te asusta?

En un escenario ideal, las vacaciones son una noticia maravillosa… después de una jornada escolar intensa, tareas, exámenes y desmañanadas; llega el merecido descanso, tiempo de esparcimiento, oportunidad para convivir y disfrutar… ¿No es así? ¿NO ES ASÍ?

“MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ” “Mírame mamá, mírame…. ¿ya me viste?” “Mí hermano me está molestando” “Ya me aburrí” “¿Qué vamos a hacer hoy?” “¿Otra vez lo mismo?” “Papá ¿me compras algo?” “Estoy aburridooo” “AAAAAAAH, AAAAAAH, AAAAAH”

Puede ser que cuando te anuncian las vacaciones, vengan a ti recuerdos de frases y gritos como las antes citadas… puede ser que el panorama sea un poco menos alentador de lo que quisieras; tal vez no haya solvencia para viajar en esta temporada; quizás haya oportunidad de salir de paseo, pero eso sólo resuelve unos cuantos días de muchos por venir; tal vez haya curso de verano, pero sólo por unas horas; probablemente tú no tienes descanso laboral; quizás la presencia de los niños en casa hace mucho más cansadas tus labores… Y con todo esto viene el clásico “ya me aburrí”, las peleas, los gritos, la ociosidad, la destrucción del hogar… etc.

¡Uy! Suena abrumador… definitivamente hay situaciones que están fuera de tu control para tener el escenario ideal de las vacaciones; lo mejor es no pelear con esas circunstancias, aceptarlas y asumirlas. Pero ¿qué hay de aquello que sí está en tus manos para favorecer el panorama y sacar el mayor provecho a esta temporada?

Comienza por reflexionar e identificar… Tras días de despertar temprano, hacer y revisar tareas, preparar lunch, estudiar para exámenes, salir de casa con prisa, etc. ¿Qué ventajas para ti y para tus hijos puedes encontrar de este receso escolar?

Partiendo de las respuestas a esta primera pregunta, te sugiero establecer una rutina flexible y agradable, pero que no carezca de ciertos horarios y tareas… Esto ayudará a que sientan un cambio y un descanso, sin que pierdan la brújula y los ataque el hastío. Ejemplos:

● Pueden despertar más tarde, sin olvidar tender su cama en cuanto se levanten.

● Pueden desayunar en pijama, e irse a bañar al terminar de recoger la mesa.

● Pueden imaginar, jugar y “hacer tiradero”, con el compromiso de que, al fin del juego, recogerán de buena gana.

● Pueden ver televisión, mientras que sea en horarios y tiempos establecidos, quizás después de realizar alguna labor del hogar.

● Pueden dormir más tarde, y aprovechar para leer un par de páginas de un libro antes de apagar la luz.

Como segundo punto, invita a tus hijos a hacer una lista de actividades, juegos o prácticas que les agradan, que no siempre tienen tiempo de hacer y que puedan realizar por ellos mismos. Una vez que hagan esta lista, puedes ayudarlos a distribuir estas actividades a lo largo de los días; incluso puedes apoyarlos a establecer metas semanales que les mantengan motivados. Ejemplos:

● Practicar piano – para el final de la semana aprender una canción nueva.

● Pintar – … terminar una pintura para mi cuarto.

● Practicar futbol – … lograr una serie de dominadas.

● Armar rompecabezas - … terminar un rompecabezas de 250 piezas.

● Jugar con plastilina – … terminar una granja de animales.

● Bailar – hacer una coreografía y compartirla a la familia el fin de semana.

Y, como tercer punto (quizás mi favorito), te invito a reflexionar e identificar aquellas actividades y momentos que disfrutan en familia; con la intención de programar una, dos o tres de éstas por semana. Ejemplos:

● Cocinar – Realicemos un panqué juntos y lo compartimos con los abuelos.

● Jugar juegos de mesa – Juguemos el jueves por la tarde y el que gane invita un helado.

● Correr – Salgamos por la tarde a correr un circuito juntos.

● Ver películas – Vayamos al cine o hagamos “cine en casa” con palomitas y algún antojo.

● Jardinería – Reguemos nuestras plantas y plantemos un nuevo arbolito.

● Pintar – Utilicemos un cartón o elijamos una pared y hagamos un mural juntos.

En realidad, si lo pensamos, estoy segura de que las posibilidades son infinitas… no siempre se necesita dinero ni grandes recursos para divertirse y pasarla bien; se necesita actitud, tiempo y disposición. Si tu limitante es precisamente el tiempo ¡ponle el doble de actitud y disposición! Y el resultado, sin duda, será mucho mejor de lo que imaginas.

Finalmente, pero PRINCIPALMENTE, te invito a ver a tus hijos, a tu familia… Más allá de la rutina, la fatiga y cualquier cosa; obsérvalos con atención… son, están, existen y eso es la mayor bendición. Con ese agradecimiento, amor y un toque de voluntad; vendrá la actitud y disposición que requieres para gozar ésta, la que sigue y cualquier etapa que se avecine.

Por lo pronto ¡YA SE ACERCAN LAS VACACIONES! ¡A DISFRUTAR!

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