Cómo actuar en mi día a día

Vejez ¿Fecha de caducidad?

Por: Miguel Hernández

Entiendo lo que haces pero no comprendo totalmente. Mijo ¿Me programas la pantalla inteligente? Alexa, ponme a Cat Stevens. ¿Quién desprogramó la tele, me ayudan? Hijo, lo que duele te hace fuerte, el trabajo duele, se llama esfuerzo. ¿No es divertido? Así es, no todo es divertido ¡Haz lo que te toca! Ya descansarás en la noche. Tuve a mis hijos muy joven, tengo a mis nietos joven para mi vejez. Aprendí de mis hijos y sigo aprendiendo pero aprendo más de mis nietos. A lo lejos en el tiempo veo todo lo que podía hacer, a lo lejos veo también lo que hoy puedo hacer y antes no. Mi generación y anteriores recibimos exceso de formación con poca información, vinieron cambios vertiginosos de todo tipo y hoy los niños reciben poca formación y exceso de información. Mis abuelos de entre 50 y 60 años ya requerían ayuda de todo tipo, ya casi no se movían, era imposible su autonomía.

De lo anterior se desprenden algunas luces que nos proporcionan argumentos de peso en cuanto a la “caducidad” del ser humano.


1.- Los cambios Tecnológicos generan mayor calidad y esperanza de vida. Sin duda, hoy día en México, vivimos en promedio más tiempo que las generaciones de los 30as y los 40as. La salud social en general permite vivir en promedio hasta los 75 años de edad a los hombres y hasta los 80 años a las mujeres. Es un promedio que nos permite asegurar que el trayecto de vida también es más saludable en cuanto a calidad de vida para ambos. No obstante, la enfermedad, las afecciones de nuestro tiempo, los accidentes, las pandemias, etc. no tienen palabra: SUCEDEN. Los sentimientos y emociones generados por estos tiempos hacen lo suyo y hasta la misma tecnología nos enferma.


2.- Todos tenemos fecha de caducidad si con ello nos referimos a la muerte. No hay exclusividad en ello. Todo es finito, se acaba. Y eso es lo normal. Si entendemos caducidad como lo que se echa a perder, lo que ya no surte efecto, lo que perjudica a otros ¡cuidado! Ese es un síntoma de nuestros tiempos y puede ser a cualquier edad. Es decir hay personas caducas en cualquier etapa de la vida sobre todo y lo más triste es que sucede desde la niñez, la adolescencia, la juventud y pasa por la adultez hasta la vejez. Personas tóxicas que son autodestructivas, que infectan familias, que destruyen amistades, que contaminan a los demás por donde pisan. Personas que crecen pero nunca deciden madurar.

Te podría decir que como vivas las etapas de tu vida así vivirás tu vejez; los sentimientos y emociones, tus pensamientos y reacciones, tus acciones e inacciones, tus aficiones y las detestables, tus amores y desamores, tus bondades y maldades “preponderantes” se agudizarán en tu vejez.

La vejez podría parecer algo muy lejano, pero en realidad es un proceso que se da lentamente, día a día y que en algún punto nos encara con una verdad distinta: ya no eres una chamaca, estás lejos de ser un chavo. Y sí, DUELE; pero duele más cuando no has sido consciente, cuando viviste sin intención y las arrugas se convierten en castigos en vez de trofeos.

¡Sí! El pasado influye en tu vejez, pero lo verdaderamente determinante es; de todo lo que te pasó en tu vida ¿Qué aprendiste? ¿Cómo lo viviste? A fin de cuentas durante la vejez también se debe ser maduro, no caduco, sin toxicidad. Un anciano que aprendió, que se hace sabio, que se mantiene activo, que hace lo que le toca y puede, que ante el deterioro físico es comprensivo y lo vive bien, que es bueno, que es amable, que es casa de remanso, que es mejor y hace mejor al que convive con él, que sabe amar y así, ser amado.

Video Postal 1 Postal 2 TOP TIPS


ir a secciones BLOG