Existen dos vías peligrosas en cuanto a “propósitos” se refiere… una, es aquella en la que vivimos haciéndonos propósitos que no cumplimos… lo cual, lejos de alimentar el logro y nutrir nuestra autoestima, alimenta la creencia de que no somos capaces o de que no vale la pena siquiera intentarlo. La segunda vía peligrosa es justamente creer que no tiene caso fijarnos propósitos y simplemente vamos “fluyendo” con lo que la vida nos presenta…
Volvamos entonces a la pregunta y ubiquemos en dónde estamos… ¿VIVO LA VIDA O LA VIDA ME VIVE A MÍ?
¿Cuál sería la diferencia entre estos dos cuestionamientos? Precisamente de eso se trata la
pregunta inicial ¿Qué es un propósito? ¿Sólo se pueden plantear al principio del año? ¿Los propósitos
son un conjunto de sueños inalcanzables? O quizás un propósito sólo me recuerda aquella debilidad que no
he podido superar, como la falta de control al comer, la flojera infinita que me da hacer ejercicio,
dedicar más tiempo a la lectura, estar más al pendiente de mis seres queridos, controlar mi mal genio,
ser más asertivo, alejarme de algún vicio que me hace daño y demás situaciones que restan calidad a mi
vida…
Es bien importante que comprendamos el verdadero significado de la palabra PROPÓSITO… Por definición un propósito es un objetivo que se pretende conseguir, y se puede fijar a corto, (un día, una semana) mediano, (un mes, seis meses) y largo plazo (un año o más de un año).
Podemos iniciar con un sueño, tratar de visualizarnos más delgados, con mayor condición física, más cultos, más dueños de nosotros mismos, conviviendo en paz con los demás, exponiendo nuestras ideas con claridad y seguridad, obteniendo mejores recursos, etc… ¡Listo primer paso! Una vez que logres identificar lo que quieres conseguir, ya tienes un propósito, pero apenas estás en el comienzo. Ahora deberás ubicar en dónde te encuentras en relación con lo que quieres conseguir y así podrás identificar si tu objetivo o propósito será de corto, mediano o largo plazo.
¿Y ahora? Ya que tienes identificada la meta, será importante identificar lo que requieres para llegar a
ella, así que es tiempo de elegir los pasos a seguir.
Por ejemplo: si mi propósito es hacer un viaje a Europa y me encuentro con que no tengo dinero,
pero sí tendré vacaciones en un año o dos; entonces:
1 Fijo el plazo en el que quiero y puedo lograr el viaje a Europa.
2 Identifico lo que necesito para lograrlo:
- Pasaporte: tendré que sacar la cita, darme el tiempo de acudir y pagar lo
requerido para adquirirlo.
- Transporte: tendré que descartar el carro, camión o tren; me quedan las opciones
de viajar en barco o en avión, para lo que tengo que investigar los precios y el tiempo que me llevaría
en cada uno, decidir, ahorrar y planificar para adquirir mis pasajes.
- Tours y actividades: será importante identificar qué quiero visitar, qué
actividades y tours quiero realizar, para entonces investigar, planear, considerar tiempos y precios
tanto de las actividades como de la estancia y comidas de cada lugar que me disponga a visitar.
- AHORRO: Habiendo investigado y definido lo anterior, tendré que ver cuánto dinero
se requiere y cuánto necesito y puedo ahorrar en el plazo fijado.
Así es, como puedes ver… un propósito requiere intención, voluntad, planeación y ACCIONES para ser logrado. Puede que en el camino te encuentres con situaciones adversas o circunstancias que lo compliquen, por lo que es válido replantearse tiempos y formas, pero ¿estás dispuesto a vencer las dificultades y ser disciplinado para lograr tu propósito? Pues adelante, ahora hay que poner en marcha el plan porque eres de los que viven la vida y no se dejan vivir por ella ¿cierto?
Si desde el principio te sientes derrotado y renuncias a tu sueño, no lograrás tener un objetivo y con pena te digo que eres de los que se dejan vivir por la vida y esto te hace estar a la deriva de la suerte o de la mala suerte; de los demás y/o de las malas decisiones que vayas tomando al ahí se va.
Tener propósitos que se alinean a tu objetivo mayor que es la felicidad, te acercan a ella y te van otorgando la satisfacción del deber cumplido ¿sí sabes? Esa sensación de bienestar y sobre todo de bien ser, que son lo más parecido a la felicidad. A mayor calidad de objetivos realizados mayor sensación de gozo.
No tener objetivos claros equivale a vivir sin planes, o tener sueños sin planes equivale a no tener lo pies en la tierra; por lo que el caminito está en soñar para establecer un propósito, ubicar dónde te encuentras para fijar las condiciones y objetivos a corto plazo (tiempo, recursos, acciones, renuncias), hacer una revisión periódica de estos objetivos que se van alcanzando; para así acercarnos con paso firme al GRAN PROPÓSITO que hemos establecido.
Me gustaría asociar este análisis al amor que te tienes ¿De qué te consideras merecedor? ¡Eres digno de ser feliz! y ¿qué crees? La felicidad no se alcanza, no está en algún lado fuera de ti, ni está en un futuro lejano… LA FELICIDAD SE CONSTRUYE, SE TRABAJA cada día y está dentro de ti; no está al final del trayecto, sino que está durante el trayecto.